Todo es contraste. Bulevares y amplias avenidas de generosa extensión, por un lado. Madejas de calles enmarañadas, por el otro. Edificios de acero y vidrio en los que se refleja la arquitectura sensual de la India islámica. Patrimonio deslumbrante, no lejos del bazar aromatizado por las especias. Capuchino en un café de última moda o lassi en un tenderete tradicional. No escoger significará conocer todos los aspectos de esta urbe moderna, sede del gobierno nacional. En esta energizante ciudad, el inglés domina el barullo de los idiomas existentes. Hablado de manera corriente por la mayoría de habitantes de la capital, es aprendido con fervor por el resto del país, permitiéndole a este pueblo multicultural tener una plataforma lingüística en común. Venidos de los cuatro rincones del subcontinente, los estudiantes confluyen en Nueva Delhi para estudiar este idioma que abre puertas.
La antigua ciudad de Delhi y el centro de Nueva Delhi, conforman una aglomeración urbana de 19 millones de habitantes. Centro administrativo e industrial, cruce de las rutas principales de transporte y bastión de la cultura. Esta ciudad seduce tanto por la energía que despliega, como por la serenidad que inspira, al contemplar sus monumentos de belleza impresionante. Sea que provoque en quien la visita sensaciones que afloran en la piel, o verdaderos choques sobrecogedores, esta ciudad transmite toda la complejidad del crecimiento desmesurado y el respeto por las libertades individuales. Una lección de vida, al mejor estilo cosmopolita.